Andábamos recorriendo con Kotata los campos de Rawson, en la búsqueda de fotografiar aves.
Nos paramos en un puente, debajo de él pasaba un pequeño arroyo. A nuestra derecha se encontraba un bañado, que formaba un pequeño espejo de agua. Allí fue donde fotografiamos la nutria. De regreso en casa se me ocurrió bautizarla y le puse "la Laguna del Chajá"por las aves que pude disfrutar allí. Caminamos por el lugar, nos enterramos en la tierra blanda. No nos pusimos a contarlas, pero allí habitaban un gran número de especies diferentes, como pueden observar en las fotos.
link anterior ... tras los pasos de la nutria
Qué magnífico despliegue de vuelos...alas que se baten y elevan su cántico a la libertad. Maravilloso lugar querido Amigo. Gracias por compartir tus vivencias.
ResponderEliminarExcelentes!! muy buen domingo!
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