La Gruta de Inti Huasi se halla enclavada en el
cero homónimo andésitico de origen volcánico situado en la zona cenral de las
sierras de San Luis en el Departamento Pringles a 20km de La Carolina y a 100
km de la ciudad capital.
Esta gruta es considerada como uno de los
yacimientos arqueológicos prehistóricos más importantes de América.
Se conforma por dos socavones poco profundos que
se encuentran protegidos naturalmente por una amplia arcada que conforma un
vestíbulo natural.
El nombre Inti Huasi proviene del quechua y significa
"casa del sol".
Una amplia arcada, de origen volcánico, servía de
defensa contra el sol del verano y las lluvias invernales. Siendo esta arcada
el sitio más seco y de mayor luminosidad de toda la caverna.
El hombre llegó a estos sitios cuando la temperatura
había alcanzado extremos tales que generaron un proceso de desertización y la
cuenca de los lagos estaba enormemente disminuida.
Los Intihuasi desaparecieron para reaparecer 300 años
después, en el 5.900 a.c., cuando la región había adquirido su fisonomía
actual, para dedicarse a la cacería y la recolección de frutos, tales como los
del algarrobo. A partir de ese momento, la vida en el territorio puntano se
transformó y quedó reducida a las márgenes de las sierras de San Luis.
Cuando en el año 2.000 a.C. ingresaron, procedentes
del Sur del Perú, los grupos que traían los fundamentos incipientes de la
agricultura y ganadería, el hombre ya no pudo hacer sus traslados temporarios
de acuerdo al clima de la época y comienza a buscar zonas intermedias para su
asentamiento.
A partir del año 700 d.C. comienzan a generarse grupos
aldeanos en los pequeños valles protegidos que permitieron, en sus partes más
bajas y húmedas, los cultivos.
Mientras que las paredes del embudo que constituían
esos valles, sirvieron para el pastaje del ganado. Las pampas altas y los
lugares incultos continuaron aportando la cuota de caza y recolección de
diversos frutos.
Las condiciones de las Sierras no pudieron permitir jamás
otro patrón que el de la Aldea dispersa. Hoy, muchos de esos grupos aldeanos se
han convertido en las poblaciones de distinta importancia que pueblan el actual
Valle de Conlara.
El interés científico por el sitio se remonta al
año 1875 cuando fue estudiada por el geólogo alemán
Luis Brackebusch quien publicó un voluminoso estudio sobre las sierras de San
Luis, en ese entonces el recinto servía como corral de bovinos, cabras o
equinos quienes depositaron con sus heces un considerable sedimento que fue removido
durante las exhaustivas excavaciones arqueológicas dirigidas en 1951 por el
arqueólogo, antropólogo y médico argentino Alberto Rex González.
La excavación arqueológica dio sorprendentes
resultados sobre la historia de la gruta identificando en sus estratos más
antiguos los contextos de la cultura precerámica Ayampitin, fechándose los restos de los
niveles estratigráficos inferiores por el método de Radiocarbono 14, el primero
efectuado en la República Argentina. Los resultados de las pruebas de
radiocarbono remontaron la antigüedad del primer asentamiento humano de la
gruta en 6.200 a.C.
Vialidad de la provincia de San Luis, mientras
efectuaba excavaciones frente al talud del Cerro Intihuasi en el año 1948,
debido al trazado de un camino que llegaba al recinto, puso al descubierto gran
cantidad de objetos liticos, utensilios de huesos, pinturas rupestres y restos
humanos. Ante este hallazgo, se designó al Dr. Alberto Rex González para
realizar los trabajos de investigación en el año 1951.
Las pinturas rupestres que existieron en el
faldón rocoso al fondo de la cueva se fueron perdiendo paulatinamente hasta
desaparecer totalmente debido filtraciones de agua en las rocas, grietas
producidas por los movimientos sísmicos de la zona, siendo los más importantes
los ocurridos durante la década de 1970.
Material hallado en los niveles estratigráficos
durante la excavación arqueológica
Aproximadamente 500-1500 d.C.
Periodo más tardío con cerámicas. Punta de proyectil
pequeñas con base escatolada y barbas salientes. Predominio de la calcedonia
como material utilizado en la confección de las puntas de flecha.
Predominio de los colores amarillo y rojo empleado por
igual tanto para la preparación del mástic Almáciga como para la pintura
corporal.
Alfarería liso tosco.
Los entierros de esa época se realizaron en posición
genupectoral y se determinó la deformación craneana tabular erecta.
Aproximadamente 1000 a.C
Puntas triangulares sin pedúnculo y puntas
lanceoladas. Raspadores de diversas clases. Molinos y moletas. Dos tipos de
ganchos de propulsor en hueso y piedra.
Raderas o cuchillos de pizarra. Cuentas
circulares. Adornos de mica recortada.
Aproximadamente 3000 a.C.
Nivel difícil de definir como una unidad cultural
propia. Predominio de puntas de proyectiles grandes. 47 puntas de calcedonia
sobre un total de 143.
Aproximadamente 6000 a.C.
Exclusivamente puntas
lanceoladas (dos de calcedonia sobre un total de 57), raspadores grandes
circulares, laterales e irregulares. Manos de conanas, Molinos planos solo de
forma irregular. Raederas, perforadores. Puntas con la base teñida de mástic
negro, aunque también se usó pigmento hematítico. Adorno óseo perforado.
" Debo aclarar, todo el texto compartido se a extraído de internet, si desean profundizar sobre esta información, sugiero siempre antes verificarla"