La Pelota no se Mancha
Allá por enero
del 1978, la vi, la compré con los pocos pesos que me dio mi querido viejo, fue
en Montecarlo Misiones, durante mi viaje de Egresados de la Escuela Primaria.
Ella fue “Mi
Wilson” de mi soledad, de único hijo, si en aquel momento le hubiera puesto un
Nombre. Con ella pasaba largos ratos frente a la Pared, que hoy no está,
tratando de mejorar mis reflejos y mi agilidad, para ser cada día un mejor
arquero.
Jugué del Año 77
al 82 en el Club y luego un intercolegial en el 83. Esta es mi pequeña historia
en el Handball, pero muy grande en el Corazón.


Pero esa es mi
historia, que quizá a pocos les interese o que muchos tengan similares o más
ricas y gloriosas.
Hoy escribo,
luego que anoche no pude dormir, pensando en este querido deporte.
“La Pelota no se
Mancha”, dijo el Diego, para el futbol… pero la podemos decir para cualquier
deporte que con ella se practique, en mi caso… en nuestro caso, queridos
jugadores e hinchas de Handball… “la Pelota no se debe manchar en el Handball”.
Somos un deporte
amateur, en que cada uno aporta su granito de arena, “a pulmón”… muchos dejan
de lado o la par, su familia, sus estudios, sus trabajos por nuestro deporte,
al que ponemos tanto sacrificio y pasión para que crezca.

Se que en
caliente a todos se nos sale la cadena y tenemos ese día de furia. Y no nos
medimos, y con nuestras acciones generamos dolor al prójimo, pero también dolor
futuro hacia nosotros mismos, porque nos decimos: ¿porque lo hice?
Estoy perjudicando a mi amigo, a mi equipo, a mi deporte.
Estoy perjudicando a mi amigo, a mi equipo, a mi deporte.
No soy quien, que
deba decir, como deben actuar los demás. Solo debo pensar como debo actuar yo
para no generar daños a los demás por mi parte. Y todos debemos empezar a mirar
hacia adentro. Lo digo hoy para el Handball, pero lo digo para la vida en
general.
No voy a agregar
palabras… solo cada uno sabe reflexionar que es lo mejor para TODOS.