martes, 30 de octubre de 2018

viernes, 26 de octubre de 2018

Mi Visión de la Antigua

 Antigua Iglesia de Santa Rosa de Calamuchita
En pleno Siglo XVIII, la Capilla cobra vida en la Estancia Santa Rosa. El Presbítero Vicente Peñalosa quien fue cura y vicario del Valle de Calamuchita entre los años 1784 a 1796, la manda construir, tras adquirir la propiedad a herederos legítimos de Don Pedro Carranza. Las obras ya estarían concluidas en 1784, designándole patrona a Nuestra Señora de Luján. La historia asigna a José Hilario Luján, un esclavo de dos meses, el honor de haber sido el primer bautizado en la misma, en el mencionado año. Le siguió María del Rosario Acosta, de ocho meses de edad, hija de pardos libres.  Al año siguiente, según el “Libro de bautismo de los blancos”, fueron bautizados Luis Carranza y María Josefa Ramallo. Todos ellos recibieron óleo y crisma por parte del Padre Vicente Peñalosa

Contiguo a la capilla, como era habitual se ubicó el cementerio, hoy señalizado con una cruz y una placa recordatorio de aquel camposanto; en el que en 1795,  fueron sepultados José Felipe Arce y al siguiente año, María Melchora Berde, Petrona Sarsfield, Juan de Dios y Pascual Mansilla.
Cuando en 1802, la Estancia del ya fallecido Vicente Peñalosa pasa a manos de su nuevo dueño Don Pedro Núñez, la Capilla inicia un proceso de deterioro que la deja practicamente derrumbada 70 años después.
En el año 1876 el señor Estanislao Baños se dirige al obispo de Córdoba, ofreciéndole  hacerse cargo de la reconstrucción de la capilla, prácticamente desde los cimientos, con la condición de que debía ser convertida en sede permanente de un cura.
Será entonces que al año siguiente,  Estanislao Baños casado con una nieta heredera  de Don Pedro Núñez,  de nombre Mercedes Prado Núñez, ante escribano público y con escritura, hacen una donación a la iglesia de la Villa de Santa Rosa , departamento de Calmuchita que consta “… de una cuadra cuadrada de terreno de mi propiedad ubicada en esa misma localidad quedando la iglesia en la mitad de una cuadra con frente al norte y fondo al sur , para que en dicha tierra se pueda poblar …”, más luego continúa diciendo“… agregándose también en la dicha donación el terreno que ocupa el cementerio que hay actualmente y que ocupa cuarenta y cinco varas de naciente a poniente y cuarenta varas de sur a norte …”.

Baños  pone manos en la reconstrucción de la Capilla y en 1877, le comunica al canónigo Uladislao Castellanos, que a pesar de haber sufrido serios infortunios económicos que le obligaron a desprenderse de parte de sus bienes, ha concluido con las obras de la capilla, tal como lo había prometido el año anterior.
Unos meses después el obispo responde con el nombramiento del Padre Domingo Guerra como cura permanente en Santa Rosa.  
El 3 de enero de 1879 se expide un auto de designación para la capilla de Santa Rosa como Iglesia Parroquial del curato de Santa Rosa,  quedando las demás capillas públicas como vice parroquias, las que serían atendidas por el párroco de Santa Rosa.  Este era un nombramiento no oficial.
El Obispo Dr. Álvarez visita la capilla en el año 1888, para analizar si se la oficializaba como parroquia  ya que los curas no habían permanecido en ella en forma permanente desde 1885,  con el agravante de que carecía de las habituales dos o tres habitaciones en las cercanías,  para alojamiento de los feligreses que provenían de largas distancias para asistir a las ceremonias religiosas.

En el año 1896, todo seguía igual, por lo que Estanislao Baños, muy molesto se dirige al Obispo reprochándole que a pesar de que él había reconstruido la capilla con la condición de que se la declarara parroquia y se le  proveyera de cura permanente, lo cual había sido aceptado de buen agrado por el Obispo; a veinte años de aquel entonces, nada se había cumplido razón por la cual, nadie asistía en los días festivos.
Juan Rodríguez, cura y vicario del Curato de Santa Rosa, en 1905, escribe desde San Agustín que la capilla “… esta en mal estado desde sus fundamentos …”  Ofrece hacerse cargo de la reconstrucción si se le concede la gracia de cederle los derechos por dispensa de proclamas, parentescos y matrimonios en domicilio particular, a fin destinarlos a solventar el costo de la obra.  En virtud de que estimaba que la obra  de reconstrucción demandaría dos años, por igual tiempo solicitaba la gracia.

Cuando llega la orden de reconstrucción, a la hora en que ni los cimientos de podían recuperara, esto es en 1907,  se coloca la piedra fundamental  y se comienza la reconstrucción, poniéndose al frente de la misma el padre Rodríguez, como lo describe en un escrito del 1 de diciembre de ese año.
Desobedece órdenes del secretario del obispado, en el sentido de aprovechar algunos muros que estaban en pie y hacer algunas habitaciones a la altura del altar y la sacristía. Esto se debe a que el cura disponía de fondos para solventar la obra y con perspectiva de conseguir algo más.
Tenemos que ubicar en éste momento, el nacimiento de la Capilla Vieja que hoy podemos contemplar. Los techos tomaron la forma actual abovedada, soportados por una planta definida en cruz. Por su parte el frente adopta un estilo románico reforzado con la personalidad de dos torres cuadradas  a cada flanco que se coronan en campanarios.
Texto Extraído de https://www.capillasytemplos.com.ar/srcalamuchita-capillavieja.htm

miércoles, 24 de octubre de 2018

La Niebla y el Sol de Urquiza


A la ida una densa niebla, para hacer unos 100 km más y regalarme una tarde maravillosa de sol.
Al regreso, Sol y algunas nubes en el horizonte, para entregarme ya de regreso en casa un tremendo temporal de luvia y viento. 

 Sobre la ruta Nacional N° 8 a 17 km. del cruce de la ciudad, y luego de atravesar el pueblo de Fontezuela de donde dista 7 km., se llega a la localidad de Urquiza. Este ramal ferroviario es el primero en llegar al partido. Será la empresa del Ferrocarril Central Argentino quien dejará habilitada a su paso la estación Urquiza. La ruta Nacional N° 8 vendrá luego a completar a partir de 1933 el sistema de comunicación de la localidad con el partido, su cabecera y la ciudad de Buenos Aires.
 Aquí se presentan también las dos vertientes en los nombres en cuanto a pueblo y estación. Urquiza se llama la estación, recuerda al gobernador entrerriano y presidente de la Confederación Argentina, a cuya familia pertenecía quien cediera las tierras para la misma; luego con los años, se formará el pueblo Juan Anchorena, un poco hacia el este de la estación ferroviaria. Son integrantes de una misma familia que dejarán sus apellidos instalados en este sector de la Norpampa.
 Sus 1.088 habitantes viven en un pueblo trazado en forma triangular en el que muchas de sus manzanas tienen también esa disposición; fundamentalmente las que están sobre la ruta y sobre la avenida Mendoza.
Su trazado parece haber sido diseñado para contener los nombres de las provincias del territorio nacional, también el sector Antártico Argentino y fundamentalmente recordar la pertenencia de las Islas Malvinas al territorio nacional, ya que la avenida central del pueblo tiene ese nombre, aunque también es bueno indicar la pertenencia zonal, por lo que una calle se llama también Pergamino. Los vecinos de Urquiza reconocen la pertenencia de Malvinas al territorio nacional mucho antes de las alocadas gestiones bélicas de 1982 o las reivindicaciones políticas insuficientes de las décadas posteriores.
 Desde aquellos años de la década del ’80 en el siglo XIX, en que se instala la estación ferroviaria deberán pasar varias décadas para dar formal bienvenida al pueblo “Juan Anchorena”. En 1927 se realiza un primer remate del pueblo y el segundo el 28 de abril de 1929 a cargo de Edmundo J. Hearne y Cía., de la ciudad de Buenos Aires. Hasta entonces, un laborioso español, Da Fonte, establecido con un importante almacén de ramos generales cubría las necesidades de la población.
Luego de los remates vendrán la ruta nacional N° 8 y la consolidación como centro poblado, con instituciones y comercios que se multiplicarán. El 9 de diciembre de 1928 es considerada como la fecha de la fundación oficial de la localidad por parte de Juan Anchorena. Villa Da Fonte, que alguna vez fuera pionera en el agrupamiento de vecinos en la región, con su importante actividad comercial de servicios hoy integra la jurisdicción de Urquiza, igual ocurre con Maguire donde alguna vez se diseñó un pueblo, que no fue más allá de los planos y donde tan solo queda la estación ferroviaria y un acopiador de cereales. Más información sobre la historia del pueblo puede encontrarse en el trabajo de Juan Alberto Morresi, “Urquiza”, publicado por el Consorcio de Pavimentación “Rodolfo Lagos Mármol” en octubre de 1972.

texto obtenido del sitio http://www.pergamino.gob.ar/urquiza

miércoles, 17 de octubre de 2018

Parroquia Nuestra Sra. de la Merced


PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED ESTANCIA JESUITICA
Alta Gracia - Córdoba

Una airada espadaña completa el efecto evangélico del ábside de la iglesia, trayendo en su arabesco ritmos gaditanos  y del Guadalquivir. El imafronte penetrado de lo brasileño lusitano con sus donosos contrafuertes, quebrados frontones de líneas abiertas y los originales estilóbatos de las pareadas pilastras, vibran al perfilarse por encima de escalinatas pretiles  y terrazas mientras la portada del convento, remedando el juego cóncavo y convexo  de las sabias estructuras apuntadas, interrumpe el muro de la clausura…” “… en el interior del templo remanentes hay que acreditan su antiguo ajuar y alojamiento. Entre ellos dignos de mención son el elegante confesionario y las dos hermosas puertas de bien perfilado molduraje y cuarterones labrados con óvalos, soles y filigranas.


Paravachasca, era el nombre que los indios daban a una amplia región al sur de la recién fundada Córdoba de la Nueva Andalucía.  Don Juan Nieto, compañero de expedición de  Don Jerónimo Luis de Cabrera, el 8 de abril de 1588, recibe en merced esas tierras, convirtiéndose en su primer propietario con los títulos de acuerdo a las leyes de la corona española.  Este escribano de Cabildo y luego de Gobierno,  se había casado con Estefanía de Castañeda con la cual tienen una hija llamada María.
En 1609 fallece y la merced de Paravachasca pasa a manos de doña Estafanía y su hija.  Al poco tiempo fallece ésta y la viuda, en 1612 contrajo nuevas nupcias con don Alonso Nieto de Herrera, quien se hace cargo del manejo de todos los bienes de la familia y funda una estancia a la que le da el nombre de Nuestra Señora de Alta Gracia, en honor a la patrona de Algarrobilla de Alconétar, su pueblo natal en España.
En 1623 fallece su esposa Estefanía y él hereda, plenamente, los bienes de su esposa. Al poco tiempo, don Alonso Nieto de Herrera contrajo enlace con Juana Solís Benavente, pero volvió a quedar viudo. Esta vez, en soledad y sin descendencia de ambos matrimonios, don Alonso Nieto de Herrera, a la edad de setenta y ocho años,  decide ingresar a la Compañía de Jesús, donando a ésta todos sus bienes, que eran muchos.
“…Y ansi siguiendo la voluntad, de nuestro buen Dios y Señor, de mi agradable voluntad, por servir a su divina majestad otorgo por la presente que desde ahora para siempre jamás hago gracia y donación plena, perfecta e irrevocable que el derecho llama inter vivos al Colegio de la Compañía de Jesús de esta ciudad de los bienes muebles y pastos que el Señor me ha dado que son los siguientes:
La Estancia nombrada Nuestra Señora de Altagracia a 5 leguas de esta ciudad, poco más o menos conforme a los títulos que de ella tengo…”, dice en parte la escritura de donación, dada en Córdoba el 24 de junio de 1643.

La Iglesia de la Estancia de Alta Gracia, tiene antecedentes en una capilla que había hecho construir Nieto antes de donar sus bienes. El padre Juan Pastor le escribe al padre general Goswino Nickel en 1654, diciéndole:  “… El hermano Alonso Nieto de nuestra Compañía, insigne benefactor del Collegio de Córdoba del Tucumán, pide un jubileo s su Santidad párale día de la Fiesta de la Titular de una iglesia que está en una hacienda que a dado al dicho Collegio con licencia de V.P. se lo procurare alcanzar”.
La capilla era muy precaria y los jesuitas decidieron construir otra, pero ésta tampoco entusiasmaba mucho a Nieto, a tal punto que el padre general, el 30 de enero de 1654 le escribía al padre provincial: “… El Hermano Alonso Nieto de herrera desea que la Capilla que se ha hecho a Nuestra Señora de Alta Gracia  sea más capaz y decente y que a la Santa Imagen se le haga un tabernáculo para que acuda más gente y aumente la devoción. Estimaré que V.R. coopere a lo que tiene dicho Hermano y le consuele solicitando el cumplimiento de su deseo, si no  hubiere razón o causa considerable que lo impida …”.
Más allá de la declaraciones de la esclava Lucía Trejo, es evidente que la actual obra no está emplazada donde la capilla de Nieto, en la “vieja estancia”. Al trasladarse hicieron una de “tapial”, que fue reemplazada posteriormente por la sala que hoy ocupa la biblioteca del obraje y más adelante, se construyó la actual; tarea que demandó muchos años.
No se dispone de fecha cierta de inicio  y menos definiciones del desarrollo de la obra.  Solo algunas referencias como la de 1666, donde se  afirma que Barrientos Francisco Quevedo, fallecido el 12 de diciembre de ese año, fue enterrado en la “iglesia de la estancia de Altagracia, estancia de los Padres de la Compañía; y se le dijo una misa por su alma.
El padre Luis de Roca, en calidad de provincial, visita la estancia en 1723, donde se continúan las obras en la residencia, la iglesia, el cementerio y el obraje.  En 1718, se comienza a asentar las novedades en el Libro de Cuentas de la estancia. Se inscriben los inventarios cuando un padre estanciero le entrega a otro, los bienes de la estancia. El 11 de febrero de ese año, cuando el padre Lucas Zabala le entrega al padre Diego Ruiz de Llanos, dice con respecto a la iglesia: “… Las alhajas de la iglesia constara de la entrega del padre José Mateo y solo añadió una alfombra que consta 1505 y consta del Libro de la Sacristía…”.
En las Annuas de 1720-1730, el padre Lozano manifiesta que se está terminando el edificio del obraje, pero que también, “en Alta Gracia se ha construido una hermosa capilla con bóvedas de cal y ladrillo…”.       En septiembre de 1733, en el libro de cuentas, se asienta que se han traído 600 ladrillos para la construcción de la sacristía. El 20 de abril del año siguiente, el padre provincial, manifiesta en su memorial: “… En viniendo el Hermano Andrés Blanqui dirigirá la obra de este Colegio y la del Colegio Convictorio, y también la de Altagracia, Jesús María y San Ignacio de los Ejercicios de suerte que en ninguna se le precise, a que trabaje personalmente dicho Hermano a todas, y a cada una de ellas para dirigirlas …”.

La iglesia ya estaba techada cuando llegó Giovanni Andrea Bianchi, aunque  todavía faltaba mucho para concluirla. Es sumamente probable que el proyecto del edificio corresponda al hermano Johann Kraus S.J. y que Bianchi haya dirigido  parte de la obra, en especial el obraje, desde su radicación en Córdoba en 1728.
Las decoraciones finales de portada de ingreso, fachada de la iglesia y coronamiento de los claustros son atribuibles al bávaro Harschl. El padre milanés José Brassinelli es, probablemente, el autor del retablo ejecutado en algún pueblo de las misiones guaraníes.

Texto extraído de https://www.capillasytemplos.com.ar/altagracia-estanciajesuitica.htm

CONTINUARÁ

domingo, 14 de octubre de 2018

Alejo Ledesma


 Fiesta del Agricultor: comenzó cuando en Alejo Ledesma socios y simpatizantes de la Federación Agraria Argentina festejaron, por primera vez, el Día del Agricultor el domingo 08 de septiembre de 1931, en la Chacra de Don Mateo Lusich (campo La Florita). Allí había corderos, lechones, pan casero y vino de uva, aportes de los asistentes a la fiesta, así se acostumbraba en las reuniones de esa época, todo era solidaridad, amistad y cordialidad. Después de cena se entonaban canciones en coro, finalizando con tarantelas, polcas y mazurcas, al son del acordeón.
 El 29 de noviembre de 1931 queda legalmente constituido el Club Juventud Agraria. La fiesta había dejado tan gratos recuerdos que se volvió a festejar en septiembre de 1932 y 1933 en la estancia La Florita, con un almuerzo en 1937 y ya en 1938 con ventas de tarjetas. Algún tiempo después Don Antonio Majich con un grupo de vecinos y amigos festejó el Día del Agricultor en su propia chacra con derroche de alegría y felicidad. Posteriormente y hasta el año 1976, esta fiesta se festejó con apoyo de la F.A.A y la Sociedad Cooperativa, en el año 1977 se designa la primera Comisión de Festejos.
 La misma fue presidida por Don Héctor Bongiovanni hasta 1978 y en el año 1979 por Don Cirilo Barofio. En este período en Centro Juvenil Agrario lo presidía el Sr. Antonio Majich (hijo) y año tras año, activos colaboradores integraban Comisiones de apoyo hasta el año 1986, cuando la laboriosa militante Sra. Ilda Majich de Digiuseppe, por iniciativa propia, solicita por nota al Senador Dr. José María Zamanillo la oficialización de la Fiesta, quien respondiendo al pedido formulado presenta el Proyecto. 


Dicho Proyecto es sancionado por la Cámara de Senadores y Diputados de la Provincia y promulgado por el Poder Ejecutivo el 3 de septiembre de 1986, declarándose Fiesta Provincial del Agricultor la primera semana de septiembre de cada año, bajo Ley Nº 7422, Decreto Provincial Nº 5096.
Cuenta con 3300 habitantes.
Pertenecea al municipio de Marcos Juarez, en la Provincia de Córdoba.
Se encuentra a 333 km de la ciudad de Córdoba, a un par de kilómetros de la Ruta Nacional Nº 8 .
La Actividad principal de la Zona es la Agricultura y la Ganadería.
Se cultiva soja, trigo y maíz.



Tu Agradecimiento y mi agradecimiento

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Desde ya Millones de gracias ... 

Muchas Gracias a SAG AB por esta bella Mención

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Mi Foto en la Noche de los Museos

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Expo

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