Montecarlo, Misiones
Llegué el domingo al medio día. Disfruté del cumpleaños de mi tía. Esa noche dormí como un tronco. Lo necesitaba, luego del largo viaje, lo principal... en una cama y no en el asiento de mi auto.
Como un tronco dije que dormí, es cierto. Pero me acosté pensando en que el sol sale temprano y que normalmente alguna niebla de primera hora se puede observar sobre sus campos
Seis y pico de la mañana, me despierto. Abro la ventana y el sol estaba presente, también la niebla. No debo perder un segundo más. Agarré la cámara, un click luego de dar los primeros pasos en el exterior, como para entrar en calor y ver que luz disponía para mi cámara.
Subo al auto, aunque sea para hacer 200 o 300 metros. Pero con la idea que si debía hacer un par de kilómetros los haría.
Era Lunes, el sábado había llovido. Mucho barro iba acumulando en mis zapatillas. Un peso, para hacer sentir las fotos que iba efectuando.
Estas escenas, son una pequeña introducción.
Varias docenas de ellas en los dos primeros días capturé.
Luego ya no dispuse más niebla. Cambió todo el panorama para mis fotos.
