La Pelota no se Mancha
Allá por enero
del 1978, la vi, la compré con los pocos pesos que me dio mi querido viejo, fue
en Montecarlo Misiones, durante mi viaje de Egresados de la Escuela Primaria.
Ella fue “Mi
Wilson” de mi soledad, de único hijo, si en aquel momento le hubiera puesto un
Nombre. Con ella pasaba largos ratos frente a la Pared, que hoy no está,
tratando de mejorar mis reflejos y mi agilidad, para ser cada día un mejor
arquero.
Algunas veces la
llevé al Club, y entrenaba con ella. Los que me conocen o me fueron conociendo
en estos años cuando regresé al Club a hacer fotos, saben que jugué solo en las
categorías inferiores, un poco porque era un jugador del montón y otro poco,
porque cuando terminé la secundaria, lo más importante eran mis estudios
universitarios.
Jugué del Año 77
al 82 en el Club y luego un intercolegial en el 83. Esta es mi pequeña historia
en el Handball, pero muy grande en el Corazón.
No tengo medallas
materiales, solo un bello recuerdo de un intercolegial en el que salimos 2º con
el ENET de Llavallol. Y algunas palabras o momentos que resuenan aun en mis
oídos o en mi pecho. La Palabras de “Cocho”, mi primer entrenador, que en un
entre tiempo, dijo: “El único que puso la CARA fue el Tucha” , luego de tres
pelotazos en mi cara…. O aquel pelotazo que fue derecho a mi Pecho, y luego de
terminar el partido alguna marca había quedado en él… O sea, recuerdos de mi
adolescencia, por mi pasión por el Handball.
Un día, las
vueltas de la vida, me hizo volver a una cancha, unos 35 años después, pero con
una cámara al cuello. Y fue una vez y fueron dos… y ahora ya perdí la cuenta. Y
cada foto que logro, es para mí una medalla, que no logré como deportista. Pero
también se que cada foto es una medalla para el deportista que retrato, porque
en mi época no existía un padre, un amigo que retratara los bellos momentos que
disfrutábamos en la cancha. La única fotografía que tenemos de aquellos
momentos, son los recuerdos vividos en ella. Las amistades de aquellos años.
Como de mi amigo Fabio, que con el fui a la Primaria, que con él jugamos, que
él me puso el sobrenombre de aquellas épocas y todos me llamaban así o gritaban
una atajada “bien Tucha”, para felicitarme.
Pero esa es mi
historia, que quizá a pocos les interese o que muchos tengan similares o más
ricas y gloriosas.
Hoy escribo,
luego que anoche no pude dormir, pensando en este querido deporte.
“La Pelota no se
Mancha”, dijo el Diego, para el futbol… pero la podemos decir para cualquier
deporte que con ella se practique, en mi caso… en nuestro caso, queridos
jugadores e hinchas de Handball… “la Pelota no se debe manchar en el Handball”.
Somos un deporte
amateur, en que cada uno aporta su granito de arena, “a pulmón”… muchos dejan
de lado o la par, su familia, sus estudios, sus trabajos por nuestro deporte,
al que ponemos tanto sacrificio y pasión para que crezca.
Todos, en la vida
nos equivocamos, yo soy el primero, lleno de equivocaciones. Y cada uno de
ustedes, lo sabe muy bien si hace su auto crítica. Todos, tenemos un hincha
adentro, todos tenemos cierto fanatismo; pero debemos ser equilibrados en la
vida.
Se que en
caliente a todos se nos sale la cadena y tenemos ese día de furia. Y no nos
medimos, y con nuestras acciones generamos dolor al prójimo, pero también dolor
futuro hacia nosotros mismos, porque nos decimos: ¿porque lo hice?
Estoy perjudicando a mi amigo, a mi equipo, a mi deporte.
Estoy perjudicando a mi amigo, a mi equipo, a mi deporte.
No soy quien, que
deba decir, como deben actuar los demás. Solo debo pensar como debo actuar yo
para no generar daños a los demás por mi parte. Y todos debemos empezar a mirar
hacia adentro. Lo digo hoy para el Handball, pero lo digo para la vida en
general.
No voy a agregar
palabras… solo cada uno sabe reflexionar que es lo mejor para TODOS.
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