Línea aterrada
Es un lugar muy real, no hay ficción, es un sitio lleno de historias de colonos por casi ya un siglo.
Inviernos... otoños... húmedos y de frio tropical.
Primaveras llenas de color y veranos tórridos de calor misionero.
Estos campos ondulados son surcados por un arroyo, cual le da el nombre a la zona. Que junta todas las aguas del lugar por las pendientes del terreno, ya sea por las lluvias, como de las sin número de nacientes. Que nos permiten refrescarnos con la pureza de sus aguas.
A cada regreso, retrato pinos, montes... de sus alrededores, pero en este caso quise adentrarme en el arroyo.
Una de esas mañanas en mis caminatas, que mi objetivo era fotografiar pinos y eucaliptus y deseoso de que una niebla o bruma adornen mis fotos como en tantas oportunidades anteriores.
Pero no... En esta oportunidad no fue así, al menos debajo de los árboles.
Me adentré en el bosque y cuando voy saliendo, luego de atravesarlo, veo a lo lejos una bruma detrás de un monte a cientos de metros de donde me encontraba.
Mis pasos se aceleraron, porque el clima puede cambiar rápidamente y las escenas pueden variar.
Me embarre, debido a la prisa, por los efectos de las lluvias de los días anteriores... me moje las zapatillas. Todo valía por lograr mágicas fotos.
Cuando llego a potrero, las vaquitas me esperaban rodeadas de ese vapor de agua, que se elevaba del rocío y de unas lagunitas.
El escenario era maravilloso, no voy a comentar mucho o describirlos, para ello muestran las imágenes que comparto en este capítulo, que valen más que mil palabras.
Solo recordar que por él, desde niño, en cada visita corría detrás de las vaquitas para llevarlas al corral, durante los atardeceres. Casi como lo ven en este pequeño video.
Del otro lado del camino, estaban los viñedos del abuelo Carlos. Que en vez de caminar por el camino, lo hacía bordeando las plantaciones para sacarme unos racimos y comer durante las caminatas.
El Video con las Vaquitas
Para otro capítulo, les prometo el arroyo y alguna historia de mi niñez allí.
Preciosa historia y fotos.
ResponderEliminarEs un placer, leer tus historias! Las imágenes? Bellísimas, cómo siempre!!!
ResponderEliminarMISIONES ES PRESIOSO YO SOY DE MISIONES POSADA ME
ResponderEliminarVINE ALA PATAGONIA CUANDO
TENIA 15 AÑOS
Cuántos lindos recuerdos de ese potrero , del arroyo Aterrado de esas viejas construcciones ....hermosas fotos que me retrotraen a la infancia vivida Línea Aterrsda
ResponderEliminarQue lindas fotos y una historia muy bien narrada. Sos tambien un buen escritor!! Besos y muy feliz año!!!
ResponderEliminarOh la Linnea Aterrada, cuantos recuerdos
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