Un destacamento policial era lo que tenía a mi alcance.
Me indican que ambos caminos me llevarían a Jáchal, pero por la cuesta era más bello y pintoresco.
Me indicaron que se debe manejar con cuidado ya que en algunos sectores sólo podía pasar un auto a la vez. Principalmente, en un túnel tallado en la piedra.
Les pedí agua para lavar el parabrisas y los vidrios del auto. Me indicaron un aljibe y con una botella saqué un poco. Los lavé y seguí rumbo a llenar mi corazón con bellas imágenes.
Empiezo a subir el espiral, disfrutando tan hermoso lugar y de repente mis ojos se salen de las órbitas. A lo alto en el cielo, un cóndor surcándolo.
Miro dónde detenerme, con el cuidado de no interferir la normal circulación de los pocos vehículos que lo hacían.
Preparé el zoom en la cámara, mirándolo de reojo y con toda la calma del mundo esperé que se acerque un poco.
En el fondo del infinito cielo estaba navegando, con una suave nube en sus espaldas. Realizo una primera captura como recuerdo. Por ahora, tenía una imagen similar a la obtenida en el Pico Tunari en Cochabamba, de muy baja calidad.
Estaba alto y las nubes complotaban un poco en mi contra.Las imágenes deseadas, de una interesante calidad en el próximo capítulo. Como bonux-track, tres cóndores en una sola foto. No se las pierdan.
BELLISIMAS, ANDUVIMOS POR MENDOZA EN LA CORDILLERA, PERO NO TUVIMOS LA SUERTE DE VERLOS, BUEN FINDE!!!!
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