Fiesta muy concurrida

... a la Reina de la Noche

Eran las 12 de la noche, en una noche muy tórrida de verano que no nos dejaba descansar, con un vaso de agua me acerco a mi Reina, nuestra Reina, la Reina de todos y en la oscuridad se veían con Estrellas blancas la Flores del Cactus, cuando en la noche puedo observar un objeto volar, pongo atención y era él, mi amigo y compañero, el picaflor, imposible hacer una foto de él a estas horas con tan poca luz, saldría una mancha solamente, contemple un rato el panorama, terminé mi de beber mi elixir de la naturaleza que me refrescaba y me fui a dormir.

A la mañana siguiente, con calma, unos duraznos para el desayuno, me fui a realizar alguna fotografía, esperaba el regreso del picaflor, por supuesto, pero la fiesta estaba muy concurrida a las seis de la mañana casi, abejas y avispas, no dejaban pista de baile libre para que el colibrí, la estrella más deseada hiciera su aterrizaje, vino tres veces, contempló rápidamente el panorama y dijo esta no es mi fiesta, lo lamento muchacho pareció contestarme al pasar por delante mío, entre el cactus y donde yo me encontraba sentado.

Mientras esperaba me puse a contar flores, no ovejitas, flores, unas sesenta mínimo, como muy pocas veces y podemos observar que el show del florecer continuará por unos cuantos días más, serán algunos días menos, otros más.

Ya eran un poco más de las siete, hora de comenzar el día laboral, luego de una hora contemplar tan bella danza de nuestra naturaleza y dejar que alguna gotita de rocío se apoyara sobre mis espaldas, refrescado con la mínima brisa y recargado de energía desistí, el picaflor será retratado besando a mi Reina de la Noche en otra oportunidad, hoy no era mi día, será para otro amanecer emocionante en el futuro.