Mi paso de la
Acordeón al Handball
Iniciaba el año
1977, ingresaba en 7º grado de la escuela Temperley. Me entero que mi profesora
de acordeón no dictaba más clases (nunca supe más de ella). Debía realizar otra
actividad que me gustara. Decidí por el Handball, que ya practicaba en el
Colegio. Entonces fui al SAG Lomas, donde jugaban todos mis compañeros de la
Primaria.
Soy nacido en el
Año ’64. Mis compañeros de grado eran de mí mismo año y del ’65. La categoría
que me correspondía en ese momento, era la de menores junto con los año ’63.
El entrenador que
tuve fue Cocho López, el mismo que es hoy el técnico de Liga de Honor de SAG
Lomas. Ese año fue simplemente
entrenamiento, nunca pisé un campo de juego, calenté banco siempre, un poco
porque compartía el equipo con compañeros un poco más grandes y otro tanto
porque era medio Tronco. Entre esos compañeros, se encontraba Edy Gürtner,
Claudio Wenk, Robert Lutsch y Carlitos Köckritz, el padre de Mati (quién juega
hoy en Liga), ellos de categoría ’63 y el Daniel “Tano” Taranto, Ricardo
“Pingüi” Braun y Fabio Fortunati (el presidente actual del Club)… ellos
compañeros de grado y de mí mismo año.
Realmente, podía
decir que no era jugador, no sé qué hubiera realizado si ingresaba a la cancha
unos instantes. Pero las cosas cambiaron. Al final de ese 7º grado hicimos un
viaje de egresados a Misiones, nos alojamos en la Escuela de Montecarlo. Allí
una noche jugamos un partido amistoso contra los chicos de allá. En el equipo
misionero, jugaba Manfredo Plocher (tío de Fede, Seba y Juampi Fernández).
Yo fui el arquero
en ese partido, actuando aceptablemente bien, comiéndome unos buenos pelotazos
en el pecho. Perdimos, no me pregunten el resultado exacto. Pero para mí fue un
triunfo. Me sentí cómodo y feliz de participar.
Para marzo,
cuando volvimos al Club, recuerdo que un padre le comentó a Cocho López, que yo
había atajado en aquel viaje. Cocho, me probó al arco y allí quedé hasta
juveniles. Ese segundo año en el Handball, formaba equipo con mis compañeros de
grado de 7º.
El equipo, lo
formaban los ya mencionados Taranto, Braun y Fortunati y los año ’65, Gabor
Dombay, Marcelo “Arpa” Zerbas, Alfredo Zielinski, Gustavo Ricardes, Martín
Köckritz (Tío de Mati), Eduardo Uitz, Cristian Imfeld (que luego de mitad de año
empezamos a compartir el arco), Claudio Eulau (que al año siguiente fue arquero,
si mal no me equivoco), Gustavo Hasenbalg …. Y seguro alguno más que pido
disculpas por no recordarlo.
Como dije, al
principio, medio tronco, pero en el arco me defendía o no pasaba papelones.
Recuerdo, creo
que fue ese año, un partido contra F.C.O, en el playón de piso de goma (o algo
por el estilo) me comí 3 pelotazos en la cara (en esa época no había sanciones
y con esas pelotas que eran unos cascotes comparadas con las actuales). Pararon
unos segundos el partido para que me lave la cara o refrescar en las canillas
que estaban a la par de la cancha. Para
terminar el primer tiempo, atajé un penal. Primer tiempo concluido, perdíamos
por buena diferencia.
Recuerdo como si
fuera hoy, la charla de Cocho, en el entre Tiempo, con una calentura de
aquellas. Palabras más, palabras menos. “El único que puso la CARA en el
partido fue el Tucha” (Tucha sobre nombre que me puso Fabio Fortunati. Para
otra historia). En el 2º lo dimos vuelta, ganamos por UNO. Fue mi partido para
el recuerdo. Ese día podría haber colgado los guantes (que no usábamos).
Al año siguiente,
pasé a Cadetes, con un puesto, pero como suplente de Robert. Solo jugaba
algunos minutos, hasta que un sábado me dicen mis compañeros (creo que
Carlitos), antes del partido, hoy tienes
que atajar todo el partido. Luego me lo dijo Cocho. A Robert lo tuvieron que
operar de apendicitis. Fue contra River Plate, en el planchón del Club. Primer
tiempo en el arco que da contra el hoy gimnasio. No sé si buena o mala, fue mi
actuación, si recuerdo que ganamos y que algunas pelotas agarré.
El 80, nuevamente
con mis compañeros de la primaria, creo que ya éramos 4 arqueros, se incorporó
el Pingüino y Fabian Caviglia , también. A alguno le tocaba quedar afuera.
El primer año Juveniles, teníamos un plantel reducido,
yo tenía que ser jugador de campo. Quizá en defensa, era aceptable, más por lo
bruto o tosco para defender que por mi habilidad. Solo recuerdo, que en mi último
partido, convertí mi único gol de la Historia. Contra Nuestra Señora de Luján,
en ese arco que me fascinaba atajar en el club. En el arco que me gustaba más
entrenar. Ese año, si mal no lo recuerdo tuve de entrenador a Pepe Torres.
Hermoso relato Ricky! muy bellos recuerdos!!
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