Nuestra Señora de Asunción de La Cruz, fue fundada en el año 1630, por haber sido encomendada al Padre Cristóbal Altamirano. Un tiempo más tarde, en el año 1657,la ciudad de La Cruz, fue relocalizada.
Con el pasar del tiempo, La Cruz, Corrientes, ha cobrado importancia por haber defendido sus orígenes y su gente durante numerosos enfrentamientos, y se la recuerda por haber construído una muralla como protección ante la amenaza charrúa.
Los cruceños lo tienen como uno de los íconos de la identidad del pueblo. Es en realidad lo que perdura desde el 1700 y pico a la actualidad tal cual fue construido. Es lo más admirado por los visitantes en el Centro de Interpretación ubicado en la misma manzana de la parroquia y en donde hallaron el antiguo cementerio con casi 20 sepulturas que datarían más o menos de la misma fecha.
El reloj de sol, queda claro, resistió a la invasión del ejército comandado por el Brigadier Chagas que se encargó de arrasar con todo lo que ya estaba a la deriva. Y luego los años de incertidumbre de los pobladores que volvieron tras la retirada de los invasores, también pudo resistir a los cambios y a las nuevas planificaciones que se empezaron a cristalizar desde que el anterior poblado de La Cruz, se anexó a la provincia de Corrientes, tras lo cual empezó el período de "amanzanamiento" de lo que ahora es el municipio ubicado a 257 kilómetros de Posadas.
Se explica en el Centro de Interpretación, que el reloj de sol es el único que aún existe en las misiones de Argentina. "Que esta maravilla permite leer la hora desde 1730 y que si se permitiera viajar en el tiempo, en donde está el reloj, se estaría a metros de las habitaciones de los jesuitas, en el primer patio".
De acuerdo a lo que se logró saber, los jesuitas y los guaraníes construyeron el reloj y lo instalaron donde en la actualidad permanece. Se recuerda a los visitantes que fue testigo cuando fueron expulsados los jesuitas, cuando "este pueblo fue ocupado por los portugueses, cuando fue recuperado... superó el paso del tiempo y ahora cualquier visitante puede pararse frente a él".
En el Centro de Interpretación se aconseja además que quienes se ven atraídos por este reloj de sol, se tomen unos minutos para poder descubrir símbolos e inscripciones que fueron tallados en la piedra.
Más precisamente, a un lado del capitel se puede apreciar un símbolo con las letras IHS, que surge de la transliteración al latín de las tres primeras letras de la palabra "Jesús" en griego. La primera, la I (iota), la segunda, la H (eta) y la tercera, la S (sigma).
Según cuenta la historia, San Ignacio de Loyola adoptó este monograma en su sello de Superior de la Compañía de Jesús y de esa forma se convirtió en el emblema de la orden.
Del otro lado del reloj, se puede apreciar el monograma de la virgen María, con las letras A y la M (Ave María) y entrecruzadas.
Pero además lo que también intriga a quienes están detrás de más hallazgos y poder cerrar finalmente los distintos cabos sueltos que hay aún, es que hay una fecha y esa fecha podría dar la pista definitiva de la fundación primaria de lo que ahora es La Cruz. La fecha que figura es la del 23 de marzo de 1730, que podría responder al aniversario del centenario de aquella misión jesuita, por lo que también está en análisis qué hacer con esa supuesta fecha en el calendario municipal.
Por lo pronto, en otra fecha, se mantiene la del 14 de agosto como la de la gran fiesta religiosa que pudieron recuperar y la de este año parece puede ser más clave que otras.
Es que las autoridades municipales detallaron que en esa fecha se desarrollará en el pueblo otra reunión del foro de los 30 pueblos de la Nación Misionera, cuya primera edición se concretó hace pocas semanas en la provincia de Misiones, ocasión de recordar la batalla de Mbororé.
Pero la estructura y el reloj tallado en piedra sobrevivió a las distintas etapas desde el 1700 en adelante. Se conoció que en los últimos años, cuando muchos historiadores se acercaron a esta localidad para ver los hallazgos e incluso colaborar con las tareas de rescate y revalorización, en una de esas ocasiones, representantes de una entidad quisieron apropiarse del patrimonio cruceño con distintas explicaciones y fundamentaciones. Pero nada de eso convenció a las autoridades y además el reloj de sol está bien asegurado.
Se detalló que el pilar tiene un total de tres metros de profundidad de estructura y que sacarla del lugar sería todo un verdadero trabajo logístico. El reloj de sol, siempre que brille febo, sigue dando la hora.
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