El distrito de Guandacol se encuentra ubicado al oeste de la provincia de la Rioja, a una distancia de 340 km,de la ciudad capital, y a una altura de 1050 mnm. abarcando 3200 km²; extendiéndose sus límites, por el norte, desde Agua de los guandacolinos hasta el abra de los Varejones; al sur, al noroeste limita con la provincia de San Juan, al este, la sierra de San Antonio, Villa Unión y sierra de las Bolas que corren de Norte a Sur, Oeste lo separa la cortina de Los Andes altas cumbres que sirven de límites internacional a las provincias fronterizas, y por las mismas cumbres, de Sur a Norte tocan a este distrito los cerros la Bolsa.
El Cepo, las Aguaditas, el Cuerno y descubrimiento.Guandacol cuenta con las siguientes poblaciones: Santa Clara, que le sigue en población, Establecimiento San Bernardo, Los Sapitos, El Molino, Santa Elena, El Zapallar, La Brea, La Aguadita, Las Cuevas, y estancias como el Letrero, Calderita, Potrerillo, La Ciénega, Las Tórtolas, Tambillos, Totorita otras.
Cuenta con 2.525 habitantes.
Este amplio valle de Guandacol estuvo poblado
antiguamente por indígenas por ello a sus moradores se les llamaba "Indios
Guandacol".
Por siglos fue un asentamiento indígena de
los Capayanes. as zonas más pobladas eran el sur del actual pueblo de
Guandacol donde hoy se le llama Las Tamberías. también la zona de
Santa Clara y el lugar denominado "Los Indios".
Sus pobladores vivían de la
caza, eran agricultores se alimentaban con el producto de sus cosechas como así
también de la algarroba , el Chañar. Su
principal ocupación era la alfarería y sus cántaros y vasijas que han llegado a
nuestros días son verdaderas piezas de obra de arte sobre todo por la forma de
sus objetos, las pinturas indelebles que utilizaban. Al principio del siglo
XVII llegaron de Chile las monjas Clarisas al lugar donde actualmente es el pueblo de Santa
Clara y cuyo nombre se debe a ese afincamiento.
Con la ayuda de los indios
las monjitas construyeron algunas habitaciones formando el convento de las
monjas Clarisas y cuyas ruinas aún se ven. Allí las monjitas evangelizaron y
convirtieron a la religión católica a los indios de la zona conviviendo con
ellos en completa paz y armonía.
La visita en el año 1607 al Valle de Guandacol de un
representante del gobernador de la provincia. Don Gaspar Doncel dio cuenta de
la presencia las religiosas y su convento en este alejado pueblo del oeste
riojano.
Más tarde en año 1633 hubo un levantamiento de indios en el
Valle de Guandacol, para sofocar este movimiento el gobierno de la Rioja mandó
un ejército al mando del General Pedro Nicolás Brizuela. Ellos junto con tropas
que llegaron de San Juan para sofocar el levantamiento produjeron una verdadera
masacre de indios salvándose los que pudieron huir a las montañas vecinas. Los
que sobrevivieron fueron repartidos como botín de guerra entre los ejércitos de
La Rioja y San Juan.
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