Parque Quiros, Colón, Entre Ríos
Hace 140 años nacía el hijo pródigo de la localidad, Herminio Juan
Quirós, hijo de Herminio Quirós (de origen español, Vigo más precisamente), que
desempeñaba funciones como Escribano en la Municipalidad de Colón y de Juana
Elizalde (una joven criolla). Su infancia transcurrió en la ciudad,
seguramente como cualquier gurí, disfrutando de del tiempo que ofrece la
siesta, corriendo arriba del pedregrullo y teniendo a la naturaleza como un
entorno aliado de la alegría de los gurises que viven en nuestro terruño.
La museóloga María Angélica González escribió sobre su infancia la que
pasó con sus amigos, los hijos de Angel Luisi y con Miguel Esteba Berga. La
primaria la realizó en la ” Escuela Superior Graduada de Varones” primera
Escuela Oficial, construida en el lote 7 de manzana 171, donado por el Gral.
Justo José de Urquiza en 1868. La naturaleza misma de la ciudad, este
lugar de ensueño a la vera del río Uruguay, donde se emplaza Colón y enamoró,
enamora y enamorará a todos los que aquí viven o la disfrutan, indudablemente
caló profundo en la persona de Quirós que desde su lugar de trabajo hizo lo
imposible por embellecerla, por este motivo expresaba a que lo ayuden a hacer a
Colón más linda de lo que es. De manera incansable buscó por todos lados
concretar esas obras tan importantes para la ciudad, de estilo pintoresco como
la Costanera, el embellecimiento de los espacios públicos y el plantado de
árboles, también de una gran función social como fue la creación del Parque
Quirós, lo que sería luego la Escuela de Educación Técnica Nº 1, el edificio de
la Biblioteca Popular Fiat Lux y otras con carácter socio económicas como
ampliación del Puerto y los puentes para acceder a Pueblo Liebig o las
netamente de carácter deportivo como la Escuela de Remeros y el Pontón.

Todas sus obras además fueron
acompañadas por el esfuerzo de distintos vecinos de la ciudad, que vale hoy
destacar también sus nombres como fueron: Eduardo Torrieri Luis de Donatis,
Domingo Antonini, personas vinculadas con las instituciones como José Desimaux,
Martín Usal, Julio Pintos, Dantas, José Bernard, Miguel Esteva Berga , el padre
Goiburu, Ingeniero Juan Massera y Carlos Reibel. Además de estas acciones
vale destacar también otras que demuestran el carácter de Quirós y porque no
parte de algo que podemos tener los seres humanos, que se puede aplicar en la
ciudad también y aprovechando estos momentos del Sesquicentenario de la ciudad
bien sirve el ejemplo para comenzar a cambiarlo. En el momento que Quirós
quería crear el Parque Quirós, tenía que adquirir terrenos para su ampliación y
algunos propietarios de esas tierras, a través de la historia local, se puede
advertir que aumentaban el precio de la tierra para obtener más réditos sin
pensar en el bien común de la ciudad. Al respecto Quirós se refirió:

“Le escribo estas líneas, para no
ya pedirles, sino suplicarles, que desistan del propósito”. “No hieran, y les
pido disculpas porque bien sé el nobilísimo y honroso y afectuoso propósito que
los mueve, mi sencillez y mi modestia”. “Apena el espíritu, me llena de
amargura” expresaba ante esa actitud y agregaba: “Y se trata de una obra para
el pueblo, para sus hijos, que nada les cuesta”. “Y quieren ganar a costa
nuestra que no hacemos sino desvelarnos porque la colectividad, nuestro pueblo,
goce de esa obra cuyos beneficios para la higiene, para la salud de niños de
Colón, y de los que dejaron de ser niños, será incalculable”.

Otros párrafos también demuestran como seguramente, impacientes algunos vecinos le hacían notar a Quirós, esas obras que no llegaban, una constante que se presenta en la actualidad, donde no existe una crítica constructiva sino destructiva que no aporta y estamos en un excelente momento, como es el Sesquicentenario para reflexionar y conformar entre todos una sola unidad que bregue por el bien común. “No teman por las obras.
Todas se ejecutarán. Comprendo las inquietudes de ustedes, ya que tantos años las han esperado al extremo de haber perdido ya las esperanzas de conseguirlas. Pero les aseguro que así como las he conseguido batallando sin descansar, así continuaré batallando hasta verlas realizadas, y se realizarán todas, si vivo”, sostuvo. “Algún día debía salir el sol para Colón” fue la frase que lo inmortaliza sobre las obras antes mencionadas.