La caminata me dio tiempo para experimentar algunas cosas, como en este caso, pero además conocer bellas cosas nuevas.
Diminutas bellezas iban adornando mi camino a medida que avanzaba.
Solo debía estar alerta para capturarlas y traermelas de recuerdo.
Buscando y aprovechando cada gota de agua las vacas y sus terneros apagaban la sed y las altas temperaturas de este verano.
Algunas corridas de terneros se producían al vernos llegar, también las aves se trasladaban unos metros para estar un poco más alejadas de nosotros.
Para informarse un poco más del lugar ingresen a este antiguo capítulo
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