( continuación de
capítulo 1 El Monstruo de la Laguna
capítulo 2 Las Barbas del Diablo )
Dos lugares recorrimos en su búsqueda,
en el segundo encontramos rastros y no quedan dudas, por acá también pasó.
Primero, en una laguna con bruma cubriéndola.
Luego, a la vera de la ruta 51, dejó sus “Barbas”, algunos también la llaman “Babas”.
Estas son las pruebas, o sea que por
donde veamos más de ellas, significa que por allí pasó.
Cuando llegamos a la plaza San
Martín, caminamos por ella haciendo mucho ruido pisando hojas caídas en un
mañero y extraño otoño.
Rastros de hormigas, haciendo grandes
surcos en el césped, que parecen ríos secos, que dejan ver el fértil humus.
Pero al levantar la cabeza y mirar la
cruz, allí enlazadas estaban las Barbas. Me acerqué, me paré en la puerta,
sigilosamente la abrí .Ingresé a la iglesia, allí en lo profundo de ella, junto a San Patricio, se encontraba el Fray Ricardo rezando.
Como siempre, yo también me arrodillé y pedí lo mejor para cada uno de mis amigos y familiares.
El monstruo, ya no era tal, era solo
dos señales que debíamos seguir.
Una, la de ir a visitar la Iglesia e
ingresar a ella y agradecer a la vida por todo lo que recibimos y pedir
sanación.
Pero también esa “Barba o Baba” fue
una enseñanza para mí, la presencia de ella significa lluvia, entre las
tradiciones de los campesinos.
grande Ricky, muyyyy lindo!!!!
ResponderEliminarCortázar tiene un cuento "Las babas del diablo" en algunos ligares les dicen "Los hilos de la virgen"
ResponderEliminarmuy bueno carinos paulina
ResponderEliminarMuy buen relato querido amigo un abrazo grande
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