El Oasis

Estuve charlando en La Carolina, con un amigo de Glew, que se radicó allá, Ángel Gómez, contándole lo que iba a recorrer luego de partir del pueblo.

A Ángel, lo conozco desde que usaba pañales, su madre aún vivie a un par de cuadras de casa y me comentó que vivía allá, por consiguiente era visita obligada.

Pero volviendo al relato de mi viaje le comenté que iría a visitar la Gruta de Inti Huasi. A lo que él agregó, fijate que a unos kilómetros de allí hay otra gruta llamada Casa de Piedra, con pinturas rupestres. Para acceder pedí que te informe bien el cuidador de la gruta de Inti Huasi.

Muy amable luego de visitar Inti Huasi, me efectuó un plano en una hoja de papel. Imposible llegar sin su asesoramiento, ya que es un camino de chacra que va circulando por un valle y va ingresando en la montaña. Con muchos cruces que te pueden llevar muy lejos de allí.

Cuando llego al lugar deseado, quedo maravillado, ya no solo por la Grutas y sus pinturas, sino por el pequeño oasis allí enclavado entre piedras. Un área llana, con pasto verde para el pastoreo del ganado precioso y por supuesto un pequeño hilo de agua de una naciente que seguramente con mucha lluvia se haría notar bien.

Estacioné mi auto y subí por una escalera de madera a la gruta. Luego de fotografiar las pinturas rupestres y me dediqué a contemplar ese maravilloso lugar en el Mundo … mi Mundo, un verdadero Oasis verde.