Para acceder a él, debemos ingresar en una propiedad privada. Hasta donde estacionamos nuestros vehículos, lo debemos hacer por un camino de tierra – piedra sinuoso y en un estado no muy bueno.
Transitable por supuesto, pero a paso de hombre.
Luego de ello, nos espera una larga caminata, entre piedras y flora de la zona, con muchas subidas y bajadas.
En aproximadamente una hora y media, como mucho, se llega tranquilo.
Yo lo efectué casi al medio día, lo que con el sol bien arriba, hacía que consumiéramos mucho líquido. Siempre llevar agua en estas caminatas.
Cuando llego al Salto, muchas personas disfrutándolo, tanto observándolo como bañándose. Recomiendo a todos, que se den un chapuzón, buena forma de recobrar sus energías para el regreso.
Durante la caminata de ida, no hice fotos, las dejé para el regreso, con mucho tiempo para dedicar le a ellas. En una de esas paradas, un bello mirado a la ciudad. Allí observo una pareja merendando con una inmejorable panorámica. Les pedí permiso y les hice una foto, la cual a mi regreso la compartí con ellos.
Hermoso lugar y fotos no lo conocia estuve muy cerca pero no pude ir, felicitaciones!!!
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