Muy correctamente me atiende y me detalla su estado.
En las noches anteriores había llovido en las cumbres y venía mucha agua hacia el valle.
Varios badenes debería pasar con agua sobre la ruta.
Me indicaron que muchos vehículos venían de “abajo” (para ellos). Del sur, deberían haber dicho. Me alertaron de que podría haber algunas piedras arrastradas por el agua, sobre el camino.
Empiezo a recorrer “la 40”. Muy bellos paisajes a ambos lados de ella, muy áridos por cierto. Pero con las nubes y montañas, la naturaleza provocaba un gran deleite a mis ojos.
Al llegar al primer badén, lo fotografío, lo analizo y hago las evaluaciones para sortearlo. Con cuidado, en primera a fondo, por el centro de la ruta y siempre alerta a las recomendaciones policiales.
Unos cortos, otros largos, no los medí pero no quiero mentir o exagerar: alguno de ellos, unos 50 m tenía.
Un total de seis con agua, fueron los que me pintaron el auto con un color tierra muy especial que resaltaba en el azul mediterráneo.
Así, el vehículo circuló por cuatro provincias, con una apariencia psicodélica natural.
Che, que buenas aventuras te has provisto!!! dan ganas de salir con la carpa y la mochila!!!
ResponderEliminarLas tres primeras y la última me gustaron especialmente, excelente encuadre, hermosos colores...te llevás bien con la naturaleza, vos...somos parecidos, en eso...gracias!!!
Capturas que no excluyen las bellezas de nuestro país, las destacan; sumadas a espíritu de "aventura segura". Mas que bueno!!!
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