Él, el Impenetrable
Parte creció cuidado por el hombre, parte salvaje y libre
Robusto, fuerte y a la vez muy débil y sensible.
Da mucha alegría y paz
cuando lo conoces te renueva la vida,
se acercan a él, lo contemplan lo disfrutan.
Pero cuando quieres ingresar se torna difícil
Un Escudo natural lo protege,
de ortigas y helechos,
espínas que dejan ronchas
flores silvestres de los más diferentes colores y
aromas que llenan corazones de los visitantes
si logras ingresar un poco, podrás deleitarte tus ojos
pero muchas veces no les permite su acceso
en él viven aves que hacen sus nidos, dejan sus bellas melodías e imágenes multicolores,
lo sobrevuelan como aviones que lo vigilan.
Solo, de chiquito, fue creciendo, muy cuidado en partes para que crezca derechito
y en otras muy natural y libre, torcido buscando su cielo.
Amigos lo protegen, lo veneran,
algunos lo maltratan.
Caminos lo rodean con profundas huellas
que forman una cerca
para que no escape de su sitio originario y
lo separa del vecino de enfrente, muy parecido a él.
En una naciente asoma un arroyito que lo atraviesa con su agua cristalina y transparente
que recuerda miles de historias
que es como una vena con la más revitalizadora sangre que nace el Corazón de él,
que le deben cuidar para que siga viviendo y creciendo
y acompañando a todos los que lo quieren
Mientras yo viva, él vivirá
Mientras él viva, yo viviré
El Monte