jueves, 12 de enero de 2017

La Vuelta de Obligado


El 20 de noviembre de 1845, siendo el general Juan Manuel de Rosas responsable de las Relaciones Exteriores de la Confederación Argentina, tuvo lugar el enfrentamiento con fuerzas anglofrancesas conocido como la Vuelta de Obligado, cerca de San Pedro. La escuadra agresora intentaba obtener la libre navegación del río Paraná para auxiliar a Corrientes, provincia opositora al gobierno de Rosas. Esto permitiría que la sitiada Montevideo pudiera comerciar tanto con Paraguay como con las provincias del litoral. El encargado de la defensa del territorio nacional fue el general Lucio N. Mansilla, quien tendió de costa a costa barcos “acorderados” sujetos por cadenas. La escuadra invasora contaba con fuerzas muy superiores a las locales. A pesar de la heroica resistencia de Mansilla y sus fuerzas, la flota extranjera rompió las cadenas y se adentró en el Río Paraná.


 El sitio de Montevideo impulsado por Juan Manuel de Rosas tenía el objeto de combatir al jefe oriental Rivera y a los exiliados opositores. Atacados sus intereses comerciales en el Río de la Plata, Inglaterra y Francia apresaron la escuadra argentina del almirante Guillermo Brown y mantuvieron el propósito de remontar el Paraná para comerciar con el Paraguay. En la Vuelta de Obligado se extendió una triple cadena para cerrarles el paso y se dispusieron baterías frente al río. Luego de intensos combates, las naves anglofrancesas quebraron la línea de defensa argentina, pero no encontraron poblaciones que quisieran adquirir sus 
mercaderías. Desde 1840 se había renovado en Inglaterra el interés por el comercio con América del Sur. Para la expansión de su actividad económica reclamaba la libre navegación de los ríos. Rosas no estaba dispuesto a aceptar esta exigencia. Al mantener el control de la navegación y de las recaudaciones aduaneras perseguía varios propósitos: engrosar el tesoro de la provincia; lograr el apoyo de los comerciantes porteños favorecidos por su política; ocasionar perjuicio a sus opositores de las provincias del litoral; ejercer presión económica sobre Paraguay para que éste terminara por incorporarse a la Confederación; influir sobre la política seguida por Uruguay y por Brasil. 
A partir de 1842 se reanudó un conflicto interno en la Banda Oriental, y Rosas intervino apoyando a uno de los bandos. Esta decisión del gobernador de Buenos Aires provocó la reacción de Francia y de Gran Bretaña y la decisión de una intervención conjunta en el Río de la Plata.
Para Gran Bretaña, la posibilidad de una acción coordinada entre la Banda Oriental y Buenos Aires significaba la anulación de la división política en el Río de la Plata impuesta por su mediación con la creación, en 1826, de la República Oriental del Uruguay como Estado independiente. Los intereses británicos se veían gravemente amenazados por el peligro de una política conjunta de los dos países que controlaban el comercio y la navegación en el río de la Plata. Los intereses de los comerciantes ingleses en Montevideo y en Buenos Aires no eran los  mismos. Pero los dos grupos se beneficiaban con la navegación pacífica del río de la Plata y con la apertura de los ríos interiores (el Paraná y el Uruguay) al comercio internacional

 Cuando en 1843 Oribe inició el sitio de Montevideo, luego de haber derrotado a Rivera en Arroyo Grande, la flota argentina al mando de Brown inició el bloqueo por mar. La defensa de la ciudad quedó al mando del general Paz que formó legiones de extranjeros. El representante inglésMandeville y el francés de Lurdemediaron para poner fin a esta situación. Rosas rechazó la mediación.
El comandante de la escuadra inglesa en el Atlántico actuó por su cuenta y desconoció el bloqueo. Florencio Várela partió a Europa en representación de Rivera y de la Comisión Argentina (unitarios) para gestionar la intervención armada anglofrancesa contra el gobernador de Buenos Aires. En esta oportunidad, también Brasil intervino en el conflicto a favor de sus propios intereses. A mediados de 1844 propuso a Gran Bretaña una acción conjunta contra Buenos Aires para eliminar la influencia argentina en la Banda Oriental y establecer la apertura de la navegación de los ríos interiores. Esta apertura era necesaria, declaraba, para poner fin al aislamiento del Paraguay.
Finalmente, el gobierno inglés también decidió intervenir con el objetivo de lograr la libre navegación de los ríos y mantener el equilibrio rioplatense según el tratado de 1828 frente a las pretensiones de incorporar la Banda Oriental al sistema rosista.
En 1845, Mandeville fue reemplazado por William Ouseley, quien no se entendió con Rosas y en setiembre declaró el bloqueo al río de la Plata. En abril de ese año, naves inglesas y francesas bloquearon el puerto de Buenos Aires. El caudillo oriental Manuel Oribe con el apoyo de Rosas mantenía sitiada la ciudad de Montevideo por tierra y, desde 1843, Buenos Aires sitiaba por el río las costas de la Banda Oriental. Pero las naves inglesas desconocían el bloqueo de las naves porteñas y permitían el aprovisionamiento de Montevideo. A mediados de 1845 y después de un ultimátum, las fuerzas navales británicas y francesas robaron a la escuadra argentina: la capturaron y la obligaron a fondear en el puerto de Buenos Aires. Meses más tarde se propusieron remontar el río Paraná, para poner en práctica el objetivo de la libre navegación de los ríos interiores.

Rosas no estaba dispuesto a permitirlo y preparó la defensa, que resultó heroica. En la Vuelta de Obligado sobre el río Paraná, el 20 de noviembre de 1845, en una larga batalla en la que sufrieron numerosas pérdidas materiales y humanas, las fuerzas militares y navales porteñas intentaron impedir el paso de las naves extranjeras.
Rosas nombra al general Lucio Norberto Mansilla, oficial de San Martín en Chacabuco, comandante interino de la División Norte. Con más patriotismo que recursos se propuso detener a los invasores en las barrancas de la Vuelta de Obligado, al norte de la localidad de San Pedro. De costa a costa del río Paraná ancló veinticuatro pontones atados con triple cadena y en tierra desplegó 2.200 soldados, con 35 piezas de artillería.

En la mañana del 20 de noviembre de 1845, el general Mansilla arengó a las tropas: “¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables aquí no lo serán! Tremole el pabellón azul y blanco y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea.
Con la última estrofa del Himno Nacional Argentino se abrió el fuego sobre el enemigo. La heroica lucha duró varias horas y a la caída del sol ingleses y franceses desembarcaron y se apoderaron de las baterías. La escuadra cortó las cadenas y siguió hacia el Norte. Murieron doscientos cincuenta argentinos y medio centenar de integrantes de la escuadra aliada.

Texto extraído de Internet, autores varios.

martes, 10 de enero de 2017

Rafael Pirolla

 Rafael Pirolla, Villa Elisa, Entre Ríos
Emprenda una aventura por la campiña entrerriana hasta el Palacio San Jose. En un trayecto de 36 kms. desde Villa Elisa a Casaros, viajando en un viejo tren, podrá apreciar los encantos de las lomadas, sembradíos y pueblos entrerrianos, que a su paso va descubiendo el trencito con destino a un gran atractivo turístico como lo es la antigua residencia del Gral. J. J. de Urquiza.
Aún en la estación Elisa se puede apreciar el tanque de agua, llamado hidrante, que servia para alimentar las gargantas de las máquinas a vapor, los galponcitos son lo que ha quedado de la cuadrilla de Villa Elisa, la que con una dotación de 10 hombres tenia a cargo el mantenimiento de la vía desde 1º de Mayo hasta La Clarita.

LAS MANOS DE MI PADRE (Isauro Rafael Pirolla)
(Una disculpa a todas las personas que recordaron mi cumpleaños, por no haber podido agradecer el gesto.)
El día que mi papa cumplió 80 años, mi hija ; su nieta Marlene, decidió tomarle una foto a sus manos. En el curso de fotografía, le pidieron una imagen de manos curtidas y gastadas del trabajo. La elección de su abuelo como modelo, reflejo la idea que sintetizo su vida; Trabajo.
Cuando las palabras nacen desde el dolor de la partida de un padre, son tan descarnadas, como la de perder un hijo, momento que hace 7 años quebró mi vida y sus proyecciones, porque nada volvió a ser igual.
Uno imagina siempre como puede ser la despedida de un padre, y en mi caso, creía que aquel dolor vivido no tenía parangón. Suponía que la meditación de un suceso esperable, era la preparación para salir indemne del dolor. Me equivoque.
El vínculo con mi padre siempre fue presencial y formal, pocas palabras y mucho trabajo, siempre en la vía, que fue nuestro indestructible puente. Creía que la falta de afecto cercano era el rio que separaba nuestras orillas y con ello, nada de lo que propusiera el destino sería devastador. Me equivoque.
Falto que su respiración cesara, para mostrarme que el amor filial, traspasa las barreras del silencio. Que detrás del hombre inexpresivo que ambos fuimos con nosotros mismos, la falta de uno, sumerge al otro en la tristeza inesperada, inexplicable e infinita.
El me dejo con su partida una enseñanza que jamás podre emular; su trabajo constante y sin ambiciones, su dedicación a una causa donde no le interesaba ganar nada, solo hacer algo por eso que se llaman rieles, su absoluta austeridad y orden como modo de vida, y nunca separarse de las vías. Sus casas siempre fueron ferroviarias, en la cuadrilla volante, en Pronunciamiento, en Concepción del Uruguay, y en Elisa, donde le toco vivir en la estación. 
Su territorio era ese; nunca salir de ahí para conocer otros mundos, nunca vacaciones y por eso, nunca salió de Entre Ríos.
Fue un ejemplar único mi padre, que a los 86 años quería recuperarse para volver a trabajar, pues la palabra descansar era una definición nunca usada.
Cuando la foto de sus manos llego a mi vista, encendió la definición a su vida; dedicación extrema al trabajo, austeridad y orden en el hogar, nunca vanidad y con recursos rudimentarios fabricar sus propias herramientas que hoy lo extrañan en el galpón ferroviario.
Sus gastadas manos, manejaban hasta hace unos días, una bicicleta de 62 años, y otra de algunos menos, con las que sin pudor, pedaleaba el combustible para el tren y la zorra. No era de pedir ayuda, siempre se arreglaba solo y como podía. Su moto sierra en el año 94, cuando limpiábamos el ramal, era un machete, con el que libero las ramas molestas que tocaban el tren que conducía. 
Lo veo en los videos de ese tiempo, con una fortaleza y vitalidad que nunca llegare a tener, porque su espíritu contenía una fuerza inagotable. 
Nunca le intereso poseer, solo lo movía andar sobre las vías, y cuando el Ferroclub que fundó se puso en marcha, fue su ferrocarril soñado, al que le dedico 23 años y 14 días, cuando el día anterior a la fecha patria, cerró con sus manos rudas, la llave de la estación de su vida por última vez.
Texto de https://www.facebook.com/rafael.pirolla1/posts/10213118063217020 

lunes, 2 de enero de 2017

Corned Beef

 Ex Fabrica de Corned Beef en Colonia Liebig, provincia de Entre Ríos.





viernes, 30 de diciembre de 2016

Feliz Año Nuevo

Muy Feliz Año 2017, todo lo mejor para este nuevo año que comienza. Que sus proyectos de hagan realidad.
 Corona de Novia
 Glicina
Corona de Cristo
 Azalea
 Manzano

Fresias 

Mi Libro

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Solicitalos Por Privado

Tu Agradecimiento y mi agradecimiento

 Si te Gustó y si lo deseas, no es obligación, me lo podes agradecer en 

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Desde ya Millones de gracias ... 

Muchas Gracias a SAG AB por esta bella Mención

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Mi Foto en la Noche de los Museos

Mi Foto en la Noche de los Museos
https://rickyglew.blogspot.com.ar/2017/11/la-noche-de-los-museos.html

Expo

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