domingo, 12 de octubre de 2025

Feliz Aniversario : GLEW , 12 de Octubre

 


GLEW 

I HISTORIA En 1825 la Familia de Santiago Rodger, oriunda de Escocia, desembarca en Buenos Aires junto a 200 colonos del mismo origen y compra a doña María Martínez un predio de campo. Inician las actividades agrícola ganaderas en el establecimiento que llaman New Caledonian. Al morir Santiago Rodger el 1 de Abril de 1849 y años más tarde su esposa, Manuela Reyes, los herederos no llegan a un acuerdo y deciden vender la estancia. Después de un remate fallido en 1857; anulado por el juez a cargo del testamento, finalmente se subasta el 11 de mayo de 1858. Y, tras la puja entre Martin Nazar y Juan Glew, este último se hace acreedor de la propiedad por el valor de 261.000 pesos de moneda corriente. Juan Glew nace en 1820, emigra desde Inglaterra a Buenos Aires alrededor de 1825, junto a sus padres y su hermano mayor Williams. 


Era Hijo de Willims Glew y Fanny Earl, y de religión protestante. “New Caledonian” con el paso del ferrocarril y la estación en los terrenos de Juan Glew pasó a llamarse Glew y es una de las cuatro ciudades del Distrito con más de 140 años de historia. Allí se establecieron importantes plantaciones de frutales, especialmente de duraznos y de ciruelas, que no sólo proveían a la región, sino también a la metrópoli. Sus frutos eran conocidos por el tamaño, aroma y sabor, sólo comparables con los de Ministro Rivadavia. 


El poblado estaba compuesto por el casco de la estancia; que comprendía cinco piezas con techos de azotea y pisos de baldosas, rodeadas por un corredor con columnas y patio enladrillado. A unos metros distantes se encontraba una construcción para peones con tres piezas edificadas en barro con tejas francesas y pisos de baldosas. Había también un cuartillo de barro y tejas; un palomar; un galpón para los útiles de labranza; dos gallineros y una cochera. A un costado se encontraba el tradicional pozo con balde, sus puertas eran de madera de ñandubay. Distribuidos en el campo se encontraban cuatro puestos de colonos, llamados “El Tacuarembó”, “El Centinela", "Chuquisaca" y “El Ombú”. 


La documentación nos da noticia de los árboles y de los animales que poblaron aquella primitiva y vieja estancia en el año 1857: 16 caballos, 108 potros, 182 yeguarizos, 1524 lanares, 122 durazneros, 366 talas, varias acacias y varios sauces. II FORMACIÓN Y FUNDACIÓN DEL PUEBLO El lugar comenzó a conocerse como "Estancia de Juan Glew", que estaría ubicada en lo es actualmente la calle Avellaneda, con los cuatro puestos de colonos: El Centinela, Tacuarembó, Chuquisaca y El Ombú. El Camino Real, que en sus orígenes pasaba por Rivadavia, pasó a ser la Ruta 210 y el pueblo de San Vicente figuraba como zona rural. Juan Glew edifica en Avellaneda y Moreno, frente a la estación, el primer almacén de ramos generales y vende parte de las tierras al Ferrocarril del Sud; ante el escribano Francisco Castelloti y por un precio total de 8000 pesos. En marzo de 1865, donó además un terreno de su propiedad para las vías y la estación del Ferrocarril. El 6 de julio de 1880 fallece Juan Glew, en cuyo testamento figuraba como de estado civil soltero, con cinco herederos, sus hijos naturales: Carlos María, nacido el 11 de diciembre de 1863; Juan Roque, el 16 de agosto de 1866; Alfredo Miguel, el 29 de setiembre de 1869; Gregorio Jorge, el 16 de febrero de 1873 e Isabel Cayetana, el 7 de agosto de 1874; todos al cuidado de su suegra la Sra. Polonia Ramírez hija de Isabel Ulloa. Los bienes establecidos eran campos en Almirante Brown y en Magdalena y varias propiedades en Buenos Aires. Al ser menores de edad, se nombra tutor al Sr. Julián Rosquellas. En el caso de las tierras de Almirante Brown, son adjudicadas a sus hijos Carlos, Juan y Alfredo, y el tutor decide alquilarlas a Antonio Cambaceres, vendiéndole además el ganado. 


El alquiler se pactó por 5 años, hasta alcanzar los herederos la mayoría de edad. Una parte del campo dio origen a la primera formación del pueblo, hoy llamado "Pueblo Viejo" y comprendido entre las vías del Ferrocarril y del Camino General a la Capital Federal (Ruta Provincial 210). Esta fracción de terreno apareció con el nombre de "Pueblo de Cambaceres" después del fallecimiento del legislador Antonio Cambaceres, vinculado al lugar por su establecimiento de campo, próximo al pueblo. Es probable que, en homenaje al legislador, los martilleros hayan denominado con su nombre los terrenos que lotearon. La vieja estancia fue alcanzada por el progreso con la entrada de las vías del ferrocarril y se fue dividiendo en las parcelas que dieron origen al pueblo. Sus descendientes dividieron el campo heredado y se adjudicaron distintas fracciones. Los señores Pedro Pico y José María Blanco dispusieron el loteo y la subasta pública que se llevó a cabo en 1888. Al transcurrir los años, la estancia de Juan Glew se fue transformando en un conjunto de chacras y tambos, gracias al trabajo de esforzados hombres afincados en el lugar, como Don Jacinto Calvo. Años después, los terrenos ubicados al este de las vías del tren, dieron origen al llamado "Pueblo Nuevo de Glew". 

El nuevo pueblo creció poco a poco, también la parte comercial, aumentó la población y con ello la necesidad de fundar escuelas. Domingo F. Sarmiento firmó el edicto para la fundación de la Escuela Nº 4 en Ministro Rivadavia, y en 1905, se trasladó a Glew. Comienzan a construirse las primeras casonas, entre ellas la que pertenece a la familia Calvo, iniciadores de la construcción de un templo, que data de 1890, ya en el año 1905 el pueblo cuenta con una Capilla. Los inmigrantes europeos, que luego de la Primera Guerra Mundial se asientan en los fondos del Pueblo Nuevo, conforman la inmensa colonia alemana, que mantuvo e incrementó las plantaciones de árboles que caracterizan la zona. En los años 60 llega otra corriente migratoria: la comunidad japoneses se asientan en los fondos de Glew lindando con el partido de San Vicente. El domingo 5 de febrero de 1956, en una Asamblea popular en la Sociedad de Fomento de Glew se conformó la Comisión Pro Pavimentación, integrada por los vecinos Sudrot, Garmendia, Ruffet, Schile, Delgado y Bellotti; representantes de los frentistas de la calle Andrade, y de López y Planes: Lamberti, Gutiérrez, Obligado y Alberti respectivamente. La calle Moreno nombró un delegado a posteriori. En 1975 el antiguo pueblo pasa a ser declarado ciudad del Partido de Almirante Brown. Entre esos núcleos de población en "las afueras" del Viejo y Nuevo Pueblo, se construyen barrios con distintas denominaciones, tales como: Gorriti, Las Calandrias, Los Altos, Villa París, Parque Roma, Los Álamos, Parque Ipona, Los Pinos, La Reforma, Almafuerte, Kanmar, Gendarmería, Villa Amancay, Barrio Parque El Progreso.


III PRIMEROS POBLADORES Las chacras de Glew tenían como propietarios, entre otros a las familias Leyes, Correa, Bustamante, Cambaceres, la familia Rodgers, y podríamos recordar entre aquellos uno de los primeros pobladores del pueblo Amadeo Poggio; Pedro Díaz; Luis Cacosa; Alfredo Roggero; Domingo Tagliaferro; Aurelio Amoedo, a quienes se le debe el primer pavimento del pueblo.


IV EVOLUCIÓN Y CRECIMIENTO Desaparecido Juan Glew, la vieja estancia fue alcanzada por el progreso con la entrada de las vías del ferrocarril y se fue dividiendo en parcelas que dieron origen al pueblo. Dividieron el campo heredado y se adjudicaron distintas fracciones. La parte del campo dio origen a la primera formación del pueblo, hoy llamado “Pueblo Viejo” comprendido entre las vías del ferrocarril y del camino general a la Capital (Ruta 210). Esta fracción de terreno aparece con el nombre de “Pueblo de Cambaceres”. Con los años se transformó en un conjunto de chacras y tambos, Jacinto Calvo fue uno de los hombres trabajadores y afincados. Surge el "Pueblo Nuevo de Glew", que son los terrenos ubicados al este de las vías del ferrocarril va creciendo poco a poco y también el centro comercial, aumenta la población. En 1905 se traslada la Escuela N° 4 de Ministro Rivadavia a Glew. Se construyen las primeras casonas. También en 1905 ya tiene la Capilla, que fue una construcción de un templo que había comenzado en 1890 Se formó una inmensa colonia alemana de la que hoy tenemos algo muy preciado: el puro oxígeno obtenido a través de los muchos árboles que caracterizan la zona por ellos elegida. Después de la Primera Guerra Mundial en 1960, llegan inmigrantes Japoneses a los fondos del pueblo nuevo lindando con San Vicente. En 1975 se lo declara ciudad del Partido de Almirante Brown, en las afueras del viejo y nuevo pueblo, se construyen barrios con distintas denominaciones, tales como Gorriti, Las Calandrias, Los Altos, Villa París, Parque Roma, Los Álamos, Parque Ipona, Los Pinos, La Reforma, Almafuerte, Kanmar, Gendarmería, Villa Amancay, Barrio Parque El Progreso, Etc. V LA ESTACIÓN DE TREN Y LA RELACIÓN CON EL PUEBLO El día 18 de marzo del año 1865 Don Juan Glew vendió a don Enrique Applin Green, "para él o a quien represente" una fracción de terreno para la vía y la estación del Ferrocarril Sud. Los trabajos del Ferrocarril Sud, que se habían iniciado el año anterior, alcanzaron el fin de la primera etapa que fue inaugurada oficialmente. Es así que en la mañana del 14 de agosto de 1865, a las 10.05 para ser exactos, se detenía el primer tren en Glew. Las tierras que ocuparon las vías del Ferrocarril Sud, cruzaron de norte a sur la vieja estancia de Juan Glew; y la Estación lleva su nombre hasta nuestros días.


domingo, 28 de septiembre de 2025

"Los Jinetes de la Libertad"


"Los Jinetes de la Libertad" 
"Freedom Riders"
« Les cavaliers de la liberté »
" Die Fahrer der Freiheit"


En nuestra Misiones, un par de Jinetes recorren los Montes, para llegar a su Hogar, regresando del pueblo en busqueda de la "Provista" para la Familia.
Largos caminos de Tierra Colorada, entre mezclada con piedras, con extensas subidas y bajadas.
Un curso de agua en las cunetas Naturales generadas por las intensas lluvias sub tropicales.
Bajo la Niebla matinales, cuando el Sol apenas se asoma parten de su Hogar, varias horas para llegar al pueblo. 


Luego de la compra el regreso a media tarde, con un Sol abrazador sobre sus espaldas y sus cabezas protegidas por alguna boina o sombrero de alas anchas.
Sus camisas se pegan a sus pieles debido al sudor.
Acompañados por un machete, para auyentar alguna alimaña que se les cruce por el camino.
Hacen alguna escala en algún arroyito para lavarse la cara y refrezcarse.
O para tomar agua, tanto ellos como sus caballos,  de una pureza extrema en alguna naciente que surgen entre las piedras.


Cruzando por alguna Chacra vecina, para cortar camino, cosechan algún Choclo o alguna Mandioca, para el guiso.
O un dulce y jugoso mamón, para el postre o para calmar el hambre del viaje.
Los otros días, seguramente volverán a montar sus caballos, para ir a alguna chacra vecina, para trabajar. Cosechar Yerba, té, talar o sembrar algún monte.
Quizá asistir a un Aserradero.
Salvo, que dispongan unas hectáreas de campo y trabajen en lo suyo.


martes, 23 de septiembre de 2025

El Tren Fantasma de las 9:22 PM


El Tren Fantasma de las 9:22 PM


Una Cálida Noche de verano daba comienzo.
Ni una brisa de viento, hacía que la noche sea torrida. A cada paso que daba, una gota de sudor caía por mi frente y se mezclaban con la lágrimas de mis ojos, probocadas por los nervios de no llegar a tiempo para subir al último servicio ferroviario de la noche.
Un ojo haciendo foco en donde pisaba, el otro ojo en mi muñeca del brazo derecho, donde estaba mi antiguo reloj que me regaló la tía en el año 1974.
A medida que me acercaba a la estación, estaba más agitado, mi corazón parecía explotar en mi pecho. Mis bocanadas de aire, ya no eran sufientes para alimentar mis pulmones. Mis musculos se tensaban.


Pero yo seguía a paso firme, más que por la fuerza que ya flaqueban, sino por llegar a horario a la estación.
El sonido del Tic - Tac de reloj de pulcera, parecía mezclarse con el latido de mi Corazón.
Ni un alma en la calle, ni persona en las veredas, solo las luces urbanas de la noche me acompañaban en mi recorrido.
Voy llegando al predio perteneciente al Ferrocarril, solo observo un tren de carga estacionado en el andén prinicipal, cercano a la Estación.
El Tren de pasajero no daba señales, no se veían su Luz al Sur de donde debería venir.
¿Mi reloj estará en hora? me empecé a preguntar.
Las dudas me carcomían.


Llego al Andén, miro el reloj de la Estación y coincidía con el mío.
9:22 PM. Un gran alivio y paz se apoderó de Mí.
Pero vuelvo a inquietarme, todas las puertas cerradas, solo una de las oficinas con Luz.
Pego la nariz contra el vidrio de una puerta, miró a su interior. El guarda de estación y su perro durmierndo y roncando como tronco.
¿ pero que pasa? como va a dormir, faltando solo unos minutos para la llegada del Tren. 
Una Lechuza pasa volando, y su grito, en medio del aterrador silencio de la noche, me genera un gran escalofrío.
La presión de mi sangre siento que sube, los nervios vuelven a apoderarse de mi.
Ya es hora, en tren no llegó.


Decido golpear la puerta y despertar de su plácido sueño al Guarda.
Lo observo despertarse, sin entender que sucedía, desperesandose con mala cara se levanta y con mal caracter me pregunta: ¿ qué desea?
Le respondo el Servicio aun no ha llegado.
me dice: sientese cómodo y espere.
Sin decir palabras obedezco. Me siento en un banco de madera a esperar. Al acomodarme, persivo que el Guarda apaga la luz de su oficina.
El Terror se apodera de mi. ¿ qué está pasando? 
Nada podía hacer, pasaban y pasaban los minutos. El cansancio, el sueño se iban apoderando de mi. Los parpados de mis ojos me pesaban, se cerraban por gravedad. Me costaba cada vez más mantener mis ojos abiertos.
......... sin saber como siento moverme y sentir que estaba viajando, siento las ruedas del tren vibrar debajo mio sobre las vias y los durmientes latir. 
Eso parecía relajarme,  como viajar en un bote en un Mar tranquilo sin oleaje.
El tiempo pasa, el sueño es muy profundo.
Ya pensaba en la mañana siguiente en encontrarme con "mi Amada". En mi balija le llevaba un hermoso regalo.
Por mis parpados cerados, el sol del amanecer, iluminaba mis ojos y precionaba para abrirlos como si fueran una persiana.
Siempre me costó despertarme y además sentía que estaba durmiendo plácidamente.
Pero ya era hora de despertarme, mucho tiempo no faltaría para llegar a destino.

Me despierto. Me despespero....
Aun permanecía en el banco de madera de la Estación.
¿ qué pasó? Soñé que viajaba, esa era la realidad.
¿ Pero el Tren? ¿ no pasó?
Salto del banco y voy corriendo a la oficina.
No había nadie, solo el Perro, que seguía durmiendo en su mundo.
Miro el Reloj de la estación, por casualidad y leo nuevamente 9:22........ 
Anoche PM .. ahora AM ? miro el mío y marcaba 7:35AM 
o sea... nunca funcionó.. o sea... que pasó con el Tren? 
¿Yo llegué tarde? o ¿pasó cuando yo estaba dormido?
Lamo por telefono a mi Amada, este número al que ha marcado, no corresponde a ningún abonado en Servicio.
Marco y llamo nuevamente, la misma respuesta.
Me cuesta marcar nuevamente, se me entremezclan los números, los dedos no responden.
Me estoy volviendo loco. 
Siento una gran transpiración que me ahoga, estoy empapado, esa humedad me genera escalofríos. 
Me siento afiebrado. 
Estoy delirando.
Me despierto de una horrible pesadilla generada por la Fiebre de mi enfermedad.

Fotos efectudas en Basavilbaso, Entre Ríos
Texto: Ricky Kimmich

lunes, 22 de septiembre de 2025

Basavilbaso y sus Sinagogas

 


Sinagoga Beth o Beit Abraham


Sinagoga Tefila L' Moises


La colonización judía fue una de las corrientes migratoria más importante en Entre Ríos. A fines del siglo XIX se instalaron en la zona cercana a Villaguay, en las actuales localidades de Villa Clara, Villa Domínguez, Ingeniero Sajaroff y Basabilbaso. las colonias fundadas por la Jewish Colonization Association (J.C.A.).
La asociación, creada por el barón Moritz Von Hirsch, tenía por objetivo facilitar la emigración masiva de judíos desde Rusia y otros países de Europa del Este hacia colonias agrícolas en tierras financiadas por dicha asociación, particularmente en Argentina y en Estados Unidos.
Estas poblaciones han tendido un gran protagonismo en la región, siendo sus colonos pioneros en la producción agrícola de la zona. En la actualidad, conservan su impronta rural, antiguas escuelas hebreas, viejos templos, casonas y cementerios.



Sinagoga Beth o Beit Abraham: popularmente conocida como la "Shill de los Arbetn", es decir, la "sinagoga de los trabajadores". Su estructura simple fue levantada por artesanos en 1917, con los oficios adquiridos en la vieja Europa


En Basavilbaso se condensa la historia de un pueblo errante que supo echar raíces y construir un futuro. En un país donde la identidad es la suma de múltiples identidades
Por Pablo Marchetti * 
Para entender la historia de la inmigración judía en Basavilbaso hay que pedirle a Teresa que nos abra las puertas. Ella tiene las llaves. Podría ser una metáfora, pero no, es literal. Así como su hermano Hugo se ocupa de cuidar la memoria en el cementerio, en las afueras de la ciudad, Teresa Arcusin tiene las llaves de los edificios más emblemáticos de la colonia judía más importante de Entre Ríos.



Teresa tiene la llave para abrir las puertas de las sinagogas y de la sede de la AMIA. Y también la capacidad para contar esa historia fascinante. Fue en Basavilbaso donde se asentaron las cuatro principales colonias de la Jewish Colonization Association: Novibuco I y II y Ackerman I y II.
A su vez, estas cuatro colonias o aldeas conformaban la Colonia Lucienville, llamada así en honor a Lucien, el único hijo del barón Mauricio de Hirsch (fundador de la JCA) que murió en 1887.
Los primeros colonos llegaron provenientes de Rusia en 1892. Y el 12 de agosto de 1900 un grupo de estos inmigrantes fundaron en la Colonia Novibuco I la primera cooperativa agrícola de Sudamérica, llamada también Lucienville. Es por eso que la localidad ha sido declarada “cuna del cooperativismo agrario argentino”.
Sin dudas, Basavilbaso es un lugar clave para intentar buscar respuestas cuando nos preguntamos qué significa ser argentino. Por la cultura, por las tradiciones, por cómo se adaptaron costumbres de lugares remotos a este lugar en el centro de la provincia de Entre Ríos. Y también por el tipo de organizaciones políticas y sociales que generaron esos inmigrantes.
La pregunta al llegar a Basavilbaso no tiene tanto que ver cón qué pasó allí, sino con qué queda hoy de todo aquel pasado glorioso y heroico. Entonces, lo del comienzo: lo mejor es mirar las manos de Teresa cuando sostienen ese enorme manojo de llaves que protegen la historia, concebida como una forma de construir un futuro.



Basavilbaso, Entre Ríos
Fotografías del 15 de Enero del 2025

viernes, 19 de septiembre de 2025

FELIZ Día de la PRIMAVERA

 


FELIZ Día de la PRIMAVERA 


Las Frecias de mi Madre


A ellas las cuidaba año a año mi Madre, en su Balcón.
También tenía blancas, pero los últimos años de me perdieron.
Este año las Amarillas florecieron primero.




La última semana de Agosto comienzan a florecer, luego la tormentas de Santa Rosa las dañan un poco y para el día de la Primavera, solo queda alguna remolana abierta.




domingo, 14 de septiembre de 2025

Estación Pronunciamiento


Historia y actualidad
Ubicada en el departamento Uruguay (Entre Ríos) apostada sobre la ruta provincial 23 y 15 km. al norte del municipio de Caseros se encuentra la apacible localidad de Pronunciamiento, su nacimiento data del año 1865 con el nombre de Villa María Luisa en honor a la hija del General Justo José de Urquiza. Décadas más tarde, a finales del siglo 19, con la construcción de la red de ferrocarriles en la Provincia de Entre Ríos se creó en Villa María Luisa la estación del ferrocarril bautizada como «Estación Pronunciamiento» en alusión a los acontecimientos desarrollados el 1° de mayo de 1851, ésto impulsó la llegada de nuevos pobladores a la localidad, y dándole la fundación al pueblo como «Pronunciamiento» un 22 de noviembre de 1898.
Su trazado urbano original está caracterizado por la presencia de calles diagonales que conforman las 24 manzanas del ejido, similar al trazado urbanístico en los orígenes de la ciudad de La Plata. Con una población de 1.252 habitantes según el censo del 2.010 (y en 2.020 se estima unas 3.200 personas aproximadamente) situados en la planta urbana; las principales actividades económicas de la localidad están relacionadas con la producción en el sector ganadero, avícola, agrícola y la industria maderera; además, cuenta con un parque industrial donde la industria frigorífica ha desembarcado.
Con la educación como pilar para el desarrollo, la localidad cuenta con dos instituciones de educación pública (Escuela Nº 13 «Diego Fernandez Espiro» y E.P.N.M N°6 «Fraternidad») que abarcan el nivel de educación inicial, primario y secundario orientado.
El Club Defensores de Pronunciamiento (conocido como «DEPRO») es la institución social y sede de las actividades de deportivas que se realizan en la localidad entre ellas se destaca el fútbol. En conjunto entre el municipio y el club DEPRO también se llevan a cabo deportes como hockey, vóley, pádel, fútbol 5, tejo, entre otros; también cada año se inicia la temporada de piletas en el complejo «Hugo Gurnel» llevándose a cabo la colonia de vacaciones durante el período estival.