Salimos temprano a la base del Pico Tunari, eramos 7.
La idea de ellos era llegar hasta la cima y encontrar un recorrido para el futuro, el mío simplemente conocer algo más.Lo primero que hicimos, en Quillacollo fue provisionarnos de frutas y agua.
El camino hasta la base lo hicimos con don Pedro, el mismo taxista que me había acompañado el día anterior a Inkallajta, un camino empedrado gran parte del recorrido y un paisaje increíble como para para cada 100 m y hacer una imagen del valle de un lado, de los cerros del otro.
En el fondo del valle, como es
natural un hilito de agua que
les da vida y colores variados por los sembradíos de sus habitantes.