Evaristo y Wilder
Padre e hijo de una familia que producen ladrillos de adobe en el valle de la Angostura.
Los veo desde la ruta trabajando y me acerco y les pido permiso para realizar unas fotografías de su trabajo.
Con un poco de vergüenza y una sonrisa nerviosa aceptan mi invitación.
Realicé una tomas, con total sigilo y sin incomodar, inclusive yo nervioso y las tomas no fueron tan logradas como las hubiera deseado, pero sirven para documentar el momento.
Les agradecí su amabilidad, les pedí sus Nombres, los saludé y continué mi camino, pensaba, su sudor de días de Sol Inca están en cada ladrillo, están y habitan cada casa de los lugareños.Dedicado a Martincho!!!!!